sábado, enero 28, 2006


Parece que nacimos juntas N

¿Por qué nunca me dijiste nada? A

Tú no sabes

Tú no sabes lo que es dormir bajo las estrellas sobre una banca
Tú no sabes lo que es no poder vivir por escuchar los llantos de ese ser que deje que no naciera
Tú no sabes lo que es bailar frente a una manada de animales que lo único que buscan es tocarte
Tú no sabes lo que es salir todos los días y tener encima cientos de miradas gracias a tu silla de ruedas.
Tú no sabes lo que es sentir un tubo frió cada vez que el llega ebrio.
Tú no sabes lo que es tener día tras día una sustancia extraña dentro, causando ofuscaciones y no saber como dejarlas.
Tú no sabes lo que es cuidar a otra alma, sin siquiera haber aprendido a cuidar la tuya.
Tú no sabes lo que es vivir en un cuarto de uno por uno y no soportar tu conciencia.
Tú no sabes lo que es querer a una persona y tener que esconder esos sentimientos por el rechazo de la sociedad.
Tú no sabes lo que es luchar por la no discriminación hacia tu persona y tus iguales, con un mono rojo en la sangre.
Tú no sabes lo que es no poder controlar el ingreso de ese líquido que hace que no controle mis sentidos.
-¡tienes razón, no lo se!-

Esta no es una carta de amor ni mucho menos de odio

Lo que te escribo es mi versión de esta historia que pasamos y la razón de porque hasta ahora te regrese tu maleta.
Cuando revisaba todo lo que almaceno en mi casa me encontré con aquella maleta blanca y recordé que nunca había visto lo que tenia dentro, ya que cuando la dejaste, quizás por descuido o a propósito, nunca la revise, fui a dejártela, te busque y busque pero nunca te encontré; la quería arrojar a un pozo sin fondo! pero no lo hice! La guarde, quizás algún día la reclamarías.
Dude un poco en abrirla a lo mejor mas de lo que creo, meses supongo. Cundo me arme de valor, jale el cierre, cierre que no se había usado desde hace ya mucho tiempo, cuando estúpidamente deje que lo cerraras. Lo que había dentro no me sorprendió era l mismo que tengo en otra maleta, salvo el cristal rojo, puesto que esta mas roto que l mío, todavía tiene las composturas que le hice y que nunca resultaron se eficaces, de cierto modo soy responsable de que se estrellara, si ellas no me hubieran jalado, no lo hubiera soltado y tal vez seguiría intacto como al principio. También encontré cada una de las múltiples charlas que teníamos, los juegos, las miradas inocentes y varias cosas mas que llenaban cada rincón de la maleta ¿Cómo pude ser tan inconsciente?...
Ya te he dejado bajo tu puerta la maleta, guárdala o tírala, lo que quieras, tengo mi propia maleta, de igual forma cerrada para siempre.
Espero seas feliz ¡hasta nunca!
L. G. T.

Hay muy pocas cosas buenas que rescate de esa espantosa etapa y entre ellas estas tu E

¿No crees que ese es un juego de chamacos? S

A Dios:



No se por que te escribo, estoy confundida con respecto a tu existencia, una porque desde que nací, me han hecho creer en ti la segunda porque nunca te he visto y la tercera porque la gente dice por un lado que tu eres todo amor y por otro dicen que tu castigas severamente, bien lo dicen por ahí, “hasta no ver no creer”, pero ¿y si en realidad existes? Porque nunca te has hecho presente físicamente? ¿Por qué nos creaste?, tal vez para ver como nos comportábamos en este planeta (como un vil video juego), quieres sentirte grande entre tantos mortales, tan insignificantes o solamente para pasar el rato.
Por lo que sea, ya no importa, estoy aquí y no hay más.
Pero pensaras que con esta carta te voy a pedir otra cosa de tantas ¡pues no! Solo te digo que estoy intentando ser feliz con lo que me has proporcionado (si es que existes y tu me lo diste), tengo tantas cosas que decirte, que no sabría cual es la mas importante, también muchísimas cosas que preguntarte con respecto a la vida, la muerte y el mundo y no las hago porque se que no las contestarías, tampoco te vengo a reprochar nada ya que tengo bien claro que las cosas pasan porque tienen que pasar, supongo que para madurar y cambiar de camino o algo así.
Algo que te aseguro es que te doy gracias por darme salud a lo largo de mis diecinueve anos, por darme una infancia inolvidable, por ponerme en mi camino a tanta gente tan grandiosa, por el cine, gracias también por el odio, rencor, incertidumbre, ambición, obsesión, egoísmo, ingenuidad, dinero, etc. Y auque suene ilógico, te doy gracias por ello ya que sin todas esas cosas tan desagradables, no tendría sentido la vida.
Bueno, espero que entiendas que esto no es una confesion, solo quería escribirte aunque tenga mis dudas acerca de ti.
L. G. T.
P.D. ¡espero verte algún día seria genial!

¡Que bueno que estés metido en tus viajes con el arte! R

¿Donde estoy?


No pare de gritar, por mas que lo intente no podía salir de ese lugar obscuro, grite cada nombre que me vino a la mente, mi familia, amigos, mi gato, compañeros, conocidos, hasta de los que no conocía, ¡nadie!, me sentí la mas sola del mundo, lo peor de todo es que no podía mover mis piernas, ni mis manos, ni siquiera mi cabeza, tenia mucho frió, el lugar tenia mal olor, no lo resistía, el plástico que me rodeaba me estaba asfixiando. Solo podía escuchar unas voces lejanas que nunca antes las había escuchado y que supongo no me escuchaban, hablaban con tecnicismos, mientras que se estaban acercando hacia mí, pero aun no las podía ver…
Entro una luz perturbadora y no me lo pudieron hacer ve de otra forma más cruel y directa, que catalogándome junto a los demás cuerpos, con una etiqueta en el dedo del pie; ¡estaba muerta!...